Es inevitable, poco a poco los bebés crecen y acaban necesitando cambiar su cuna por una cama o cuna más grande.

¿Con qué edad hay que pasarles a una camita? ¿Cómo hacerlo? ¿Y si la cama es demasiado grande para alguien tan pequeño? Tranquilos, hoy resolvemos todas estas cuestiones. 

Hay que tener en cuenta que cada niño es un mundo y tiene sus propios tiempos de aprendizaje y madurez. Por eso, no existe un momento o edad única en la que se les deba cambiar a una cama propia.  

Algunas señales para saber que nuestro peque está listo pueden ser:

  • Falta de espacio: se mueven mucho más, no descansan bien, los encuentras atravesados en la cuna, se dan la vuelta, etc.
  • Los encontramos de pie y queriendo salir.
  • Piden dormir como su hermano o simplemente como una persona mayor.

 

Se debe evitar, en la medida de lo posible, hacer este tipo de cambios cuando están pasando por otros momentos de transición como pueden ser: la llegada de un nuevo hermano o una mudanza. Te dejamos por aquí más tips que puedes seguir para hacer el proceso más llevadero:

Intenta explicarle el proceso y en qué consiste dormir en una cama: «como ya eres mayor, necesitas una cama para niños mayores». Mostrarle cómo son las camas o cómo duermen otros niños puede ayudar, si tienen hermanos, seguro que se animan mucho antes.

Deja que duerma con su peluche favorito: se sentirá mucho más seguro si duerme con los peluches, la manta o lo que suela dormir.

Utiliza algunos juegos: a esas edades, los más peques suelen aprender a través de la diversión y es una buena opción usarlo para este caso. Jugad a acostar a los peluches en la camita, arroparlos y dejar que duerman allí para mostrarle que no pasa nada.

Puedes ir muy poco a poco: una opción puede ser que se echen la siesta en su camita para que se acostumbren.

 

En cuanto a la elección de la cama lo mejor es tener una bajita, para que se pueda acostar y levantar solo. Además, debemos proporcionarle una seguridad física, usando barreras de seguridad para evitar caídas o cojines para evitar golpes con paredes.

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