Existen una serie de trastornos gastrointestinales que son normales en los primeros meses de vida del bebé. Aunque no es un malestar grave, la mayoría de las veces, sí que puede resultar muy molesto para el pequeño.

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Los trastornos gastrointestinales funcionales como pueden ser estreñimiento, diarrea o cólico del lactante entre otros, suelen producirse en uno de cada tres bebés, y sus causas pueden ser muy diversas. Hay que tener en cuenta que si estas molestias se convierten en algo frecuente habrá que acudir al pediatra para que haga un correcto diagnóstico del caso y, en ningún caso, automedicar.

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Los bebés pueden deshidratarse con facilidad si sufren trastornos agudos como diarrea o vómitos, por lo que el principal objetivo será mantener hidratado al pequeño. Esto podemos conseguirlo mediante sueros salinos y agua, en bebés de más de 6 o 7 meses no lactantes, haciendo que beba pequeños sorbos frecuentemente.

Si observamos que el bebé flexiona las piernas hacia el abdomen, mantiene los puñitos apretados, tiene fuertes crisis de llanto junto con un abdomen hinchado y distendido, es posible que esté sufriendo un cólico del lactante. Este trastorno es común, en la mayoría, entre el primer y el cuarto mes de vida, tanto que afecta hasta al 40% de los bebés. Hay que tener en cuenta que los cólicos del lactante no son una enfermedad, sino que son una dolencia que remitirá espontáneamente cuando termine la fase de desarrollo en la que se encuentran, relacionada con el desarrollo del tracto intestinal.

Para cuidar a tu pequeño en estos momentos puedes proporcionarle mama natura® Reuteri+, un probiótico multicepa que apoya la microbiota intestinal. La combinación de ingredientes de origen natural, como el aceite de oliva virgen extra, el aceite de manzanilla y las cepas probióticas lo convierten en un complemento alimenticio 5 estrellas que ayudará a tu pequeño en estos momentos de malestar. Es apto para bebés a partir de 0 meses dado que no contiene conservantes, azúcares, gluten, lactosa ni proteína de leche de vaca.

Debemos tener en cuenta que los complementos alimenticios no deben ser utilizados como sustitutivos de una dieta sana y equilibrada ni de un estilo de vida saludable.