Comienzan los meses de verano y controlar la temperatura del bebé puede ocasionar muchas dudas ya que, durante los primeros meses, puede calentarse o enfriarse con mucha facilidad.
Mantener al bebé con una temperatura adecuada es muy importante. Los más pequeños son propensos a los golpes de calor debido a la inmadurez de su mecanismo termorregulador. En los bebés, los golpes de calor se presentan con fiebre alta, taquicardia, vómitos o mareos. Existen otros síntomas como calambres musculares, piel seca o caliente, fatiga que deben tenerse en cuenta por si se producen con frecuencia.
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En cuanto a la temperatura ideal, es de 24º durante el día y un poco más baja por las noches. Debemos estar atentos a las zonas de sudor del bebé para secarlas y evitar que se puedan enfriar por el sudor. Estas zonas son: cabeza, tórax y zona alta de la espalda.
La hidratación es uno de los puntos más importantes una vez el pequeño deja la lactancia, alrededor del sexto o séptimo mes, por lo que no se debe olvidar ofrecerle agua en los picos de calor. Durante estas horas es recomendable mantener las persianas bajadas como opción para evitar que el sol de directamente en la ventana.
Los tejidos tanto de la ropa como de las sábanas deben ser naturales, como el algodón, la muselina o el lino y no ser muy gruesos.
Uno de los errores que más se cometen en esta época es la exposición del pequeño a los aires acondicionados como forma de refrescarle. Es recomendable enfriar la habitación cuando no se encuentra en ella y apagarlo, un poco antes, de volver a llevarlo.
Para los viajes en coche debemos tener en cuenta no meter al pequeño con el coche recalentado al sol directamente y el aire acondicionado puesto. Es preferible refrescar primero el coche y, una vez apagado el aire, entrar con el bebé y regular la temperatura con las ventanas durante el viaje sin exponerlo a corrientes de aire.
A la hora de salir a pasear, es aconsejable no hacerlo en las horas de más calor y no hacerlo en una mochila portabebés, ya que el roce con el cuerpo del adulto puede provocarle más calor. El cochecito deberá tener una capota adecuada y evitar aquellos de colores muy oscuros o con el interior recubierto de tejidos artificiales.
Antes de dormir podemos darle un baño con agua templada para regular su temperatura. Es aconsejable que no duerma con juguetes de plástico u otros materiales que puedan acumular calor.
Ya solo queda coger los flotadores, la crema solar y ¡disfrutar del verano con tus peques!