Por todos es sabido que tener un bebé es sinónimo de estar cansado. El pequeño tiene su propio horario y no se parece nada al de los adultos.

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No hay forma mágica de hacer que el bebé duerma toda la noche, pero sí que existen ciertos trucos para ayudarles a descansar y, de paso sea dicho, que los padres también puedan dormir bien.

 

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Crear una rutina.

Los horarios de un recién nacido son a demanda de sus necesidades primarias pero, poco a poco, se le debe crear una rutina de sueño basada en horarios, nanas, la iluminación… Todo lo que se observe que funciona para que el bebé se duerma debe aplicarse.

La comodidad.

Es importante que el pequeño esté cómodo. La ropa, tanto del bebé como de la cuna, debe adecuarse a la época del año para que no pase ni frío ni calor, no debe haber aires acondicionados encendidos en la misma habitación en la que se encuentre y el pañal debe estar limpio y seco.

Si le ha picado algún bichito no dudes en usar InsectDHU® de mama natura® para que no le moleste durante la noche y pueda dormir sin molestias. Es apto para bebés a partir de 0 meses.

Canciones de cuna.

El ritmo tranquilo, suave y monótono de las nanas ayudan al pequeño a relajarse. Además, son muy beneficiosas en otros aspectos como entrenar la capacidad atencional de los bebés y estimular el desarrollo del lenguaje.

Lugar de dormir.

Dormir en la misma habitación que el bebé, aunque éste debe estar en su propia cuna, ayuda a relajarse al pequeño. Al sentir la presencia de los padres se sentirá más tranquilo aunque esté despierto. Además, tenerlo cerca también ayuda a que el descanso de los adultos mejore, ya que los sentidos de alerta no tienen que estar tan afinados como si se encuentra en otra habitación.

Arrullarle.

Cuando el pequeño está en brazos y siente la calma de la madre, tiende a relajarse y tranquilizarse. Balancear y abrazar al bebé antes de dormir, de forma constante y apacible, permitirán que sus sentidos se tranquilicen y que empiece a sentirse cómodo y listo para dormir.

Es importante entender que cada bebé es un mundo y, como hemos dicho, no hay un método universal para que descanse mejor.